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Cápsula: Los homicidios en Cartagena han disminuido en lo que va del 2025 (Junio 2025)

Cartagena necesita más oportunidades para prevenir la delincuencia juvenil 

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Fotografía: El Universal

Esta semana, el país ha sido testigo de hechos alarmantes que nos invitan a reflexionar. En Cartagena, una joven de 16 años fue asesinada presuntamente por otra de 15, en el barrio 20 de Julio. A nivel nacional, causó conmoción la participación de un adolescente de apenas 14 años en el atentado contra el senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay. Estos casos no son hechos aislados, son parte de una larga historia de infancias atravesadas por la violencia en nuestro país. 

En su más reciente análisis, el programa privado Cartagena Cómo Vamos reflexiona sobre la situación de la delincuencia en la adolescencia en Colombia y Cartagena, en medio de la preocupación por los recientes casos de violencia que involucran jóvenes en contextos de vulnerabilidad. 

La delincuencia juvenil en el contexto nacional y local 

En 2024, Colombia registró 7.595 capturas de adolescentes, entre las edades de 12 a 17 años, por hechos delictivos. Los principales delitos por los cuales fueron aprehendidos fueron: hurto a personas (22%), tráfico y porte de estupefacientes (19%), porte ilegal de armas de fuego y municiones (12%), lesiones personales (8%) y violencia intrafamiliar (8%). Estos datos dan luces de la relación entre la delincuencia juvenil y los actores ilegales en el país. 

Al observar las tasas de captura por cada 100 mil adolescentes en las principales ciudades capitales de Colombia, Medellín encabeza la lista con 210,35, seguida por Barranquilla (187,4), Cali (185,6,), Cartagena (144,1) y Bogotá (131,1). La tasa nacional es de 136,1 por cada 100 mil adolescentes, lo que ubica a todas las principales capitales, excepto Bogotá, por encima de la media nacional. 

Al analizar los datos de Cartagena, tenemos que, en 2024, la Policía Metropolitana de Cartagena reportó la aprehensión de 169 adolescentes por distintos delitos. El 31% fue por hurto a personas, el 21% por tráfico y porte de estupefacientes, el 15% por violencia interpersonal o familiar y el 12% por porte ilegal de armas. Aunque solo el 2% estuvo vinculado a homicidios, las cifras son una alerta sobre cómo las dinámicas delictivas tocan cada vez más a nuestros adolescentes y se reproduce en los entornos más vulnerables. 

Factores de riesgo de la delincuencia juvenil 

Estudios afirman que la delincuencia juvenil en Colombia es un fenómeno multicausal que no surge en el vacío, sino que responde a una combinación de factores como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, la baja escolaridad, la violencia intrafamiliar y la presencia de actores armados ilegales. Sin embargo, ninguno de estos factores, por sí solo, determina que un adolescente termine vinculado al delito. 

Dichos estudios mencionan que es importante entender que la delincuencia juvenil no es homogénea. Hay adolescentes que incurren en comportamientos delictivos de forma esporádica, muchas veces por presión del entorno o de actores ilegales, y la falta de entornos positivos y protectores. Este tipo de conducta puede prevenirse con estrategias como el acceso a deportes, arte, formación técnica y uso adecuado del tiempo libre. La mayoría de estos jóvenes logran reconducir sus vidas si reciben apoyo a tiempo.  

Y cuando ya ha habido una conducta delictiva, dependiendo el delito, el sistema debe ofrecer procesos reales de resocialización. En estos casos, las segundas oportunidades pueden determinar la trayectoria de una vida que apenas comienza. 

Y cuando ya ha habido una conducta delictiva, dependiendo el delito, el sistema debe ofrecer procesos reales de resocialización. En estos casos, las segundas oportunidades pueden determinar la trayectoria de una vida que apenas comienza. 

Cada niño o niña que logramos alejar del delito es una oportunidad ganada para la construcción de paz. Apostar por ellos es apostar por el futuro de Cartagena y de Colombia”, afirma Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos", afirma Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos.

Estos hechos recientes deben motivarnos a tomar decisiones colectivas. Desde Cartagena Cómo Vamos se recomienda reducir los factores de riesgo asociados a las necesidades básicas insatisfechas, fortalecer las redes de apoyo comunitario, promover referentes positivos libres de violencia y desarrollar habilidades socioemocionales como la resolución pacífica de conflictos. 

Los retos de Cartagena en esta nueva temporada de lluvias  

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Fotografía: El Universal

Cartagena, rodeada por mar, ciénagas y caños, vive cada año los efectos de su geografía: lluvias intensas, inundaciones y emergencias por desastres naturales. El más reciente análisis del programa privado Cartagena Cómo Vamos lanza un llamado claro frente al inicio de la temporada de huracanes: adaptarse al cambio climático no es una opción, es una urgencia. 

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) advirtió que la temporada de huracanes 2025, que comenzó el 1 de junio, traerá tormentas más intensas y lluvias entre un 10 y 15 % por encima del promedio. Para Cartagena, esto significa mayor exposición a emergencias asociadas a vientos, tormentas tropicales e inundaciones. 

Aunque la ciudad no recibe impactos directos de los huracanes, sí experimenta efectos colaterales significativos. Por ello, el fortalecimiento de la capacidad local de prevención y reacción se vuelve clave para mitigar los daños. 

Los impactos de 2024 

Al revisar la reacción del año pasado, se encuentra que, en 2024, la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres del Distrito (OAGRD) reportó 304 emergencias, de las cuales 49 (16 %) estuvieron relacionadas con lluvias e inundaciones. 

Sin embargo, hubo un avance notable: la tasa de personas afectadas por desastres naturales disminuyó de 40 por cada 100 mil habitantes en 2023 a solo 5,38 en 2024.  Eso equivale a una caída de más de 37 mil personas: de 42.730 a 5.740. 

Este descenso refleja avances en acciones preventivas, como la limpieza de 50 canales en 2024, pero no es suficiente. Persisten zonas críticas donde las emergencias se repiten año tras año: Pie de la Popa, Socorro, San Pedro, Manga, Bocagrande, María Auxiliadora, Pablo Sexto y La María, entre otras. 

El factor ciudadano en las inundaciones 

El mal manejo de residuos sólidos sigue siendo un problema estructural. Según la Encuesta de Percepción Ciudadana 2024 de Cartagena Cómo Vamos, el 43 % de los cartageneros están insatisfechos con la presencia de basuras en las calles. 

Este no es solo un problema estético. Cuando los residuos terminan en canales y cuerpos de agua, tapan el drenaje y multiplican el riesgo de inundaciones. Así ocurrió en la emergencia del pasado 4 de junio, cuando varios barrios se vieron afectados por obstrucciones en los canales debido a acumulación de basura. 

Las zonas más vulnerables 

Desde 2015, estudios del Establecimiento Público Ambiental (EPA) Cartagena y la Universidad de Cartagena han identificado riesgos ambientales por el aumento del nivel del mar en zonas como las lagunas del Cabrero y San Lázaro, los caños Juan Angola y Bazurto, y la Ciénaga de las Quintas. 

Estos puntos, por su ubicación y condiciones actuales, necesitan intervenciones urgentes que incluyan infraestructura resiliente y adaptación climática con enfoque territorial. 

Para lograr una movilidad más humana y segura no basta con señalar el mal comportamiento ajeno. Todos debemos asumir un rol activo en la construcción de una mejor cultura ciudadana. La convivencia no puede ser la excepción sino la regla”, afirma Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos.

“Cartagena ha avanzado en la reducción de personas afectadas por emergencias, pero no podemos confiarnos. La temporada de huracanes ya comenzó, y una ciudad rodeada de agua debe prepararse desde la ciudadanía, pero también con decisiones estructurales”, afirmó Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos. 

Desde el programa, se recomienda intervenir el sistema de drenajes pluviales, fortalecer la gestión de residuos y construir una infraestructura que soporte los desafíos del cambio climático. Asimismo, la ciudadanía tiene un papel fundamental: disponer de manera adecuada las basuras. Un canal obstruido es una inundación asegurada. 

Cartageneros perciben mal comportamiento en las calles: EPC 2024 

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Fotografía: Joyce Triviño

Hablar de tránsito no es solo hablar de carros, motos o buses. Es hablar de respeto, de empatía y de ciudadanía. En Cartagena, la cultura ciudadana que debería sostener la convivencia vial muestra señales preocupantes: la percepción negativa sobre el comportamiento ciudadano y la gestión del tránsito por parte de las autoridades marca la movilidad en la ciudad. 

Así lo revela la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) 2024 de Cartagena Cómo Vamos, que evidencia cómo, más allá de los semáforos y las vías, el desafío está en reconstruir la confianza, el respeto y la corresponsabilidad entre ciudadanía y autoridades. 

Cultura vial débil y descontento con las autoridades 

De acuerdo con la EPC 2024, el 62% de los cartageneros considera que hay mal comportamiento de la ciudadanía frente al respeto por las normas básicas de tránsito en la ciudad. Solo un 13% cree que estas normas se cumplen adecuadamente. 

También, en cuanto al respeto por la vida, que también se ve en riesgo por atropellos o siniestros viales, más de la mitad —un 53%— lo califica como negativo. 

La insatisfacción también se extiende a la gestión institucional. El 53% de los cartageneros se mostró insatisfecho con el control al cumplimiento de las normas de tránsito, y el 45% dijo estar insatisfecho con la cultura vial.

En zonas como la localidad de La Virgen y Turística, los datos son aún más críticos: un 68% percibió mal comportamiento frente a las normas de tránsito, y apenas un 7% tuvo una percepción positiva. 

Alta insatisfacción con el estado y el cuidado de espacios comunes  

Espacios comunes también generan descontento. El 65% de los cartageneros expresó insatisfacción con el estado de los bicicarriles y el 45% con las cebras peatonales. Sin embargo, apenas un 17% consideró adecuado el comportamiento ciudadano frente al cuidado y respeto del espacio público, lo que evidencia una débil apropiación de lo colectivo. 

Para lograr una movilidad más humana y segura no basta con señalar el mal comportamiento ajeno. Todos debemos asumir un rol activo en la construcción de una mejor cultura ciudadana. La convivencia no puede ser la excepción sino la regla”, afirma Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos.

Desde Cartagena Cómo Vamos se recomienda fortalecer la educación vial y la cultura ciudadana, garantizar un control más efectivo, permanente y justo por parte de las autoridades, y seguir mejorando la infraestructura para peatones, ciclistas y conductores. 

Cápsula: Disminuye la inflación en Cartagena (Mayo 2025)

Cartagena valora a sus docentes, pero enfrenta grandes retos en infraestructura y calidad educativa 

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Fotografía: El Universal

Aunque el Día del Maestro —celebrado cada 15 de mayo en Colombia— quedó atrás, sigue siendo una oportunidad para reflexionar sobre el rol fundamental de quienes forman a las nuevas generaciones y los desafíos que enfrentan para enseñar en condiciones dignas. 

En su más reciente análisis sobre el estado de la educación en la ciudad, el programa privado Cartagena Cómo Vamos (CCV) muestra que, aunque los cartageneros tienen una muy buena percepción sobre la educación y los docentes de la ciudad, persisten desafíos y brechas significativas en infraestructura escolar y resultados académicos entre los colegios públicos y privados.   

Alta satisfacción ciudadana con el desempeño docente 

En Cartagena, los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) 2024 de Cartagena Cómo Vamos permiten aproximarse a cómo la ciudadanía evalúa algunos aspectos del sistema educativo. Frente al desempeño de los docentes, los niveles de satisfacción son altos.  

En el sector oficial, el 86% de los cartageneros expresó satisfacción con los docentes de educación inicial. En básica primaria y preescolar, la satisfacción fue del 80%, mientras que en media fue del 74%. En el sector privado, los niveles son incluso mayores, con 90% en inicial, 85% y 86% en preescolar y primeria, 77% en secundaria e inclusive, una satisfacción del 100% en media. Esto evidencia que la calidad de los docentes es altamente valorada por la ciudadanía. 

Las condiciones afectan los resultados 

La percepción cambia al evaluar la infraestructura educativa. En el sector oficial, para 2024, solo el 48 % de los ciudadanos estaba satisfecho con las condiciones físicas en preescolar, y el 53 % en media, de acuerdo con la EPC 2024. En contraste, en el sector privado la satisfacción superó el 75 % en todos los niveles. Esto sugiere que las condiciones físicas de las instituciones educativas oficiales siguen siendo una deuda pendiente, que puede afectar tanto la experiencia escolar como los resultados académicos. 

Dicha diferencia también se refleja en los resultados de las Pruebas Saber 11 de 2024, que da el ICFES. Mientras el 45 % de los colegios privados alcanzó la categoría A+ —la más alta—, apenas el 1 % de los colegios oficiales logró esa clasificación. Además, el 56 % de los colegios públicos se ubicó en la categoría D —la más baja—, frente a solo el 14 % de los privados. 

Los avances en calidad educativa 

A pesar de las brechas, la ciudad mostró una mejora en su índice total de las Pruebas Saber 11, al pasar de 65,8 en 2023 a 67,0 en 2024. En los colegios oficiales, el aumento fue de 1,3 puntos, al pasar de 60,1 a 61,4. En el sector privado, el puntaje creció 0,9 puntos, de 72,8 a 73,7. Esta evolución sugiere que, aunque persisten diferencias, el sistema educativo local ha mostrado avances que deben ser sostenidos. 

La ciudadanía valora profundamente a sus docentes, y esa es una buena noticia. Pero para que ellos puedan seguir cumpliendo su rol transformador, necesitamos atender los desafíos en educación y cerrar las brechas entre lo público y lo privado. De esta forma tendremos mejores resultados y podremos avanzar hacia una educación más equitativa y de calidad en Cartagena”, afirmó Eliana Salas Barón, directora de CCV.

Cartagena Cómo Vamos recomienda priorizar la inversión en infraestructura educativa oficial, garantizar entornos seguros y adecuados para el aprendizaje, y fortalecer la formación docente continua. También enfatiza en avanzar en la implementación de políticas públicas que reduzcan las desigualdades entre sectores y que reconozcan que el derecho a una educación de calidad debe ser garantizado para todos los niños, niñas y jóvenes de la ciudad, sin importar el tipo de institución a la que asistan. 

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