Menos empleo y más desánimo: las alertas del balance laboral de Cartagena
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Cartagena cerró el 2024 con un panorama preocupante en su mercado laboral. Menos personas estaban trabajando, más cartageneros quedaron desempleados y la informalidad, lejos de resolverse con empleo formal, reflejó la salida de trabajadores del mercado. Así lo advirtió Cartagena Cómo Vamos en su análisis basado en los últimos datos del DANE, lanzando alertas sobre los desafíos de la ciudad para generar oportunidades de empleo dignas y sostenibles.
Desempleo y desaliento: los principales retos
Según el análisis, la Tasa Global de Participación, que mide la proporción de personas en edad de trabajar que buscan o tienen empleo, cayó del 65,4% en 2023 al 63,1% en 2024, lo que sugiere una menor disposición de los cartageneros a ingresar al mercado laboral, posiblemente por desaliento. A la par, la Tasa de Ocupación bajó del 58,2% al 55,3%, reflejando una reducción en el número de personas efectivamente empleadas.
El desempleo también aumentó: la Tasa de Desocupación creció del 10,9% al 12,4%, lo que significó más de 5.000 nuevos desempleados en un año, pasando de 51.700 a 57.200 personas sin trabajo. Cartagena registró la mayor tasa de desempleo entre las principales capitales del país. Mientras en Bogotá y Medellín la desocupación disminuyó y en Cali se mantuvo estable, en Cartagena y Barranquilla subió, lo que evidencia problemas estructurales en la región Caribe, una de las más golpeadas por la pobreza monetaria.
Construcción y comercio en crisis
Dos de los sectores clave para la economía local perdieron trabajadores. La construcción, que generaba empleo a miles de cartageneros, redujo su número de ocupados en un 13%, lo que representó casi 4.500 empleos menos en un año.
Esta disminución va de la mano con la caída en picada que viene sufriendo el sector vivienda en la ciudad. En su último Informe de Calidad de Vida, Cartagena Cómo Vamos alertó que las viviendas construidas en 2023, tanto por el sector público como por el privado, cayeron un 26%, pasando de 5,576 en 2022 a 4,154, según datos de Corvivienda y Camacol Bolívar.
El comercio, que está estrechamente asociado al turismo, y la reparación de vehículos, también sufrieron una contracción, con una reducción del 7% en el empleo, lo que significó 5.700 ocupados menos.
Tanto el comercio como la construcción tienen una alta participación de trabajadores informales, lo que da indicios sobre el comportamiento de este sector durante 2024.
¿Menos informalidad o más trabajadores desalentados?
El 54% de los trabajadores en Cartagena eran por cuenta propia en 2024, una leve reducción respecto al 56% de 2023, lo que refleja el comportamiento de la informalidad en la ciudad.
Iniciativas como Mi Primera Chamba y otros programas Distritales para generar empleo público han influido en el aumento de los trabajadores del sector oficial del 3% al 4%, mientras que los empleados particulares sumaron un 36%. Pese a estos esfuerzos, el mercado laboral cartagenero sigue dominado por la informalidad y la vulnerabilidad, dificultando el acceso de muchas familias a condiciones laborales estables y con protección social.
Además, Cartagena Cómo Vamos advierte que la disminución de la informalidad no implica un aumento del empleo formal, sino que muchas personas dejaron de buscar trabajo. En su Informe de Calidad de Vida, el programa reveló que desde 2021, más de 23.000 personas han salido de la fuerza laboral en la ciudad, lo que refleja una crisis persistente en el empleo y el desánimo de muchos cartageneros.
Frente a este panorama, Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos, hizo un llamado urgente:
«Es fundamental una estrategia articulada entre el sector público y privado para generar empleo, fortalecer la economía local y mejorar las oportunidades laborales para todos los cartageneros. El sector privado puede jugar un papel clave en la inversión productiva y la formalización del empleo, mientras que el Gobierno Nacional debe facilitar condiciones para que sea más fácil generar trabajo.»
El programa también recomienda la creación de estrategias innovadoras para la generación de empleo, más allá del empleo público, que incluyan incentivos para la formación laboral, faciliten el acceso a empleos formales y respalden a las microempresas, que sostienen una parte importante del mercado laboral en la ciudad.