Reactivación económica en Cartagena COVID-19
Desde que inició la pandemia, muchos sectores de la economía han tenido que suspender o disminuir sus actividades. Según un estudio próximo a publicar del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la república, seccional Caribe, los sectores más afectados son los relacionados con actividades artísticas, entretenimiento y recreación, fabricación de otros productos minerales no metálicos, de alojamiento y servicios de comida.
Según el DANE, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, es decir, antes del inicio del aislamiento, en la ciudad había aproximadamente 447.438 personas ocupadas, de las cuales el 24%, equivalente a casi una cuarta parte de los ocupados, trabajaba en sectores de alojamiento y actividades recreativas, mientras que otro 19% estaba ocupado en la industria manufacturera y de construcción.
Estos cuatro sectores mencionados agrupaban cerca de 189 mil trabajadores y se encuentran dentro de la categoría de más alta vulnerabilidad si se mantiene al menos al 60% de sus trabajadores en aislamiento indefinido. El Banco de la República indica que en este escenario diariamente el departamento de Bolívar podría perder entre el 0,28% y el 0,31% del PIB.
Por otra parte, el Ministerio de Salud a través del Doctor Antonio Trujillo, profesor de la Universidad John Hopkins, indica que las 4 fases para hacerle frente al COVID-19 son, primero, medidas de salud pública para bajar la velocidad del contagio del virus; segundo, reabrir poco a poco la economía y contener la velocidad de la propagación; tercero, “volver a la normalidad” o a la nueva normalidad, y cuarto, fortalecer la capacidad para actuar frente a otros riesgos de la pandemia.
Trujillo indica que Colombia se encuentra en la primera fase, y está a punto de salir para enfrentarse a la segunda fase, que implica la reapertura de la economía de manera progresiva. El doctor Trujillo señala que no se debe bajar la guardia, es importante seguir monitoreando el virus, programando las reactivaciones por sectores de manera gradual y ordenada sin desatender el sector sanitario, dejando de lado la falsa disyuntiva entre vida o economía, cuando en la realidad, ambas van tomadas de la mano y se debe procurar por su equilibrio.