Cartagena necesita más oportunidades para prevenir la delincuencia juvenil

Fotografía: El Universal
Esta semana, el país ha sido testigo de hechos alarmantes que nos invitan a reflexionar. En Cartagena, una joven de 16 años fue asesinada presuntamente por otra de 15, en el barrio 20 de Julio. A nivel nacional, causó conmoción la participación de un adolescente de apenas 14 años en el atentado contra el senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay. Estos casos no son hechos aislados, son parte de una larga historia de infancias atravesadas por la violencia en nuestro país.
En su más reciente análisis, el programa privado Cartagena Cómo Vamos reflexiona sobre la situación de la delincuencia en la adolescencia en Colombia y Cartagena, en medio de la preocupación por los recientes casos de violencia que involucran jóvenes en contextos de vulnerabilidad.
La delincuencia juvenil en el contexto nacional y local
En 2024, Colombia registró 7.595 capturas de adolescentes, entre las edades de 12 a 17 años, por hechos delictivos. Los principales delitos por los cuales fueron aprehendidos fueron: hurto a personas (22%), tráfico y porte de estupefacientes (19%), porte ilegal de armas de fuego y municiones (12%), lesiones personales (8%) y violencia intrafamiliar (8%). Estos datos dan luces de la relación entre la delincuencia juvenil y los actores ilegales en el país.
Al observar las tasas de captura por cada 100 mil adolescentes en las principales ciudades capitales de Colombia, Medellín encabeza la lista con 210,35, seguida por Barranquilla (187,4), Cali (185,6,), Cartagena (144,1) y Bogotá (131,1). La tasa nacional es de 136,1 por cada 100 mil adolescentes, lo que ubica a todas las principales capitales, excepto Bogotá, por encima de la media nacional.
Al analizar los datos de Cartagena, tenemos que, en 2024, la Policía Metropolitana de Cartagena reportó la aprehensión de 169 adolescentes por distintos delitos. El 31% fue por hurto a personas, el 21% por tráfico y porte de estupefacientes, el 15% por violencia interpersonal o familiar y el 12% por porte ilegal de armas. Aunque solo el 2% estuvo vinculado a homicidios, las cifras son una alerta sobre cómo las dinámicas delictivas tocan cada vez más a nuestros adolescentes y se reproduce en los entornos más vulnerables.
Factores de riesgo de la delincuencia juvenil
Estudios afirman que la delincuencia juvenil en Colombia es un fenómeno multicausal que no surge en el vacío, sino que responde a una combinación de factores como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades, la baja escolaridad, la violencia intrafamiliar y la presencia de actores armados ilegales. Sin embargo, ninguno de estos factores, por sí solo, determina que un adolescente termine vinculado al delito.
Dichos estudios mencionan que es importante entender que la delincuencia juvenil no es homogénea. Hay adolescentes que incurren en comportamientos delictivos de forma esporádica, muchas veces por presión del entorno o de actores ilegales, y la falta de entornos positivos y protectores. Este tipo de conducta puede prevenirse con estrategias como el acceso a deportes, arte, formación técnica y uso adecuado del tiempo libre. La mayoría de estos jóvenes logran reconducir sus vidas si reciben apoyo a tiempo.
Y cuando ya ha habido una conducta delictiva, dependiendo el delito, el sistema debe ofrecer procesos reales de resocialización. En estos casos, las segundas oportunidades pueden determinar la trayectoria de una vida que apenas comienza.
Y cuando ya ha habido una conducta delictiva, dependiendo el delito, el sistema debe ofrecer procesos reales de resocialización. En estos casos, las segundas oportunidades pueden determinar la trayectoria de una vida que apenas comienza.
Estos hechos recientes deben motivarnos a tomar decisiones colectivas. Desde Cartagena Cómo Vamos se recomienda reducir los factores de riesgo asociados a las necesidades básicas insatisfechas, fortalecer las redes de apoyo comunitario, promover referentes positivos libres de violencia y desarrollar habilidades socioemocionales como la resolución pacífica de conflictos.