Violencia de pareja en Cartagena: un reto persistente pese a la reducción de casos

Fotografía: El Universal
La violencia de pareja sigue siendo una de las expresiones más graves de la violencia intrafamiliar en Cartagena. Sus efectos trascienden el ámbito privado del hogar, con impactos en la salud mental, el bienestar económico, la vida de los hijos y la dinámica social. Cartagena Cómo Vamos analizó las cifras sobre esta problemática en la ciudad, para dimensionar la magnitud y, al mismo tiempo, identificar oportunidades de intervención.
Panorama en el primer semestre de 2025
Entre enero y junio de 2025, en Cartagena se registraron 300 casos de violencia de pareja, de acuerdo con cifras de Medicina Legal. Esta cifra representa una reducción del 22% frente al mismo periodo de 2024, cuando se habían reportado 383. Sin embargo, la violencia de pareja continúa siendo la expresión más frecuente de la violencia intrafamiliar: sumando el 65% de todos los casos registrados.
Al analizar quiénes son las víctimas, se observa que el 89% fueron mujeres y el 11% hombres. La mayor incidencia se concentra en la población entre los 20 y 34 años, con 164 casos en este rango de edad, lo que refleja una especial vulnerabilidad entre jóvenes y adultos tempranos. Otro factor relevante es el nivel educativo: el 85% de las víctimas no contaba con educación superior, lo que sugiere una relación entre menor formación académica y mayor riesgo de sufrir este tipo de violencia.
En cuanto a la tasa de violencia de pareja por cada 100 mil habitantes, Cartagena registró 45,57 en el primer semestre de 2025, la más baja frente a las principales capitales del país: Medellín (61,42), Barranquilla (59,25), Cali (54,63) y Bogotá (81,33). Aunque el indicador muestra un desempeño relativamente mejor, es fundamental seguir incentivando la denuncia para tener un panorama más completo y avanzar en la prevención.
Factores que desencadenan la violencia
Las víctimas señalaron como principales desencadenantes de la agresión los celos, la desconfianza o la infidelidad (44%), seguidos por situaciones de abandono (30%). El consumo de alcohol o sustancias psicoactivas estuvo presente en el 11% de los casos, mientras que la intolerancia y el machismo representaron el 14%.
En cuanto a la nacionalidad, el 90% de las víctimas fueron colombianas y el 10% venezolanas, lo que evidencia que la problemática también afecta a la población migrante.
Estos datos sugieren varios retos para Cartagena Para las instituciones de justicia y la Secretaría de Participación, el desafío es garantizar rutas rápidas y efectivas de denuncia y atención, pero también asegurar que los victimarios enfrenten consecuencias y sanciones. El sector educativo debe trabajar, desde edades tempranas, la prevención de violencias y la construcción de relaciones basadas en el respeto. El sector salud, tiene la tarea de fortalecer la detección temprana y acompañamiento integral a las víctimas. Y para la sociedad civil nos corresponde rechazar de manera activa y cotidiana cualquier forma de violencia.