Editorial CCV: Hay que dar un salto
Cartagena ha perdido tiempo. Mientras que en la última década la mayoría de ciudades del país han tenido tres alcaldes, Cartagena pasó por casi diez. Un largo tiempo de gobiernos itinerantes y luego una administración de dos años y medio perpetuaron las demoras en la puesta en marcha de soluciones a problemas históricos que además de importantes se han vuelto urgentes.
Aunque los indicadores de la ciudad siempre han mostrado un bajo rendimiento en relación con otras de Colombia – principalmente en pobreza, calidad educativa y movilidad – perdimos algunos años en los que pudimos haber disminuido algunos de los rezagos iniciando la implementación de políticas públicas a mediano plazo que fueran probadas, evaluadas y ajustadas.
Son estos rezagos los que hicieron que Cartagena ocupara el penúltimo lugar en el ranking de ciudades del Índice de Progreso Social ciudades medido por la Red de Progreso Social Colombia de la que hace parte la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos. El bajo desempeño en sostenibilidad ambiental, seguridad, poco uso de transporte no motorizado y baja satisfacción con la vivienda y servicio de energía eléctrica ubicaron a Cartagena en este lamentable lugar.
Además de esto, de acuerdo con las prioridades ciudadanas y los resultados de los informes de calidad de vida de los últimos 10 años de Cartagena Cómo Vamos, hay algunas tareas pendientes y que no dan espera: en educación debemos aumentar las coberturas en preescolar y media así como la permanencia especialmente en grados 10 y 11 y mejorar en las pruebas Saber.
Para pobreza y empleo hay que definir estrategias de choque que disminuyan rápida y contundentemente las altas tasas de pobreza y pobreza extrema. Lo anterior ligado a promover un empleo de calidad y definir una política pública local que beneficie específicamente a las cartageneras jóvenes, que son las más afectadas por el desempleo.
Por su parte en seguridad se debe alentar la convivencia ciudadana para disminuir las muertes por riña común y entre pandillas, que son las que más suman a la tasa de homicidios en la ciudad. Así mismo en salud es determinante mejorar la atención al paciente promoviendo un servicio de calidad y disminuir el número de embarazos en adolescentes teniendo en cuenta la población desde los 10 hasta los 19 años.
Finalmente en movilidad hay que incentivar el transporte público y el uso de medios no motorizados como la bicicleta y caminar. Para esto es necesario habilitar senderos verdes que generen sombra y la completa implementación de Transcaribe.
Tenemos que dar un salto y exigir un plan de desarrollo a 2019 lo suficientemente ambicioso como para impulsar una verdadera movilización en Cartagena hacia una mejor calidad de vida para sus habitantes. La actual administración puede recuperar parte del tiempo perdido apostándole a un Plan de Desarrollo robusto, con metas exigentes pero realistas y medibles, con cifras confiables que respalden decisiones técnicas. Entre tanto, nuestro papel como ciudadanos es estar en la jugada, opinando y participando, dejando de ser individuos cansados y convirtiéndonos en ciudadanos incansables.
#EstemosEnLaJugada