Tablero Interactivo
Mapa interactivo
Infografías
Boletín

Siete retos en el panorama de la calidad de vida en Cartagena



Nuestra directora, Eliana Salas Barón, participó en el conversatorio ‘Retos y oportunidades del sector fundacional’ analizando los siete retos en el panorama de la calidad de vida en la ciudad.

Desde Cartagena Cómo Vamos hemos realizado seguimiento y monitoreo a los cambios en la calidad de vida en Cartagena durante los últimos 17 años, lo que nos ha permitido reconocer los retos que Cartagena ha tenido y sigue teniendo que enfrentar para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.  

Sumando los efectos de la coyuntura actual, las alertas de la Cartagena de hoy son: 

Inseguridad alimentaria y pobreza: De acuerdo con DANE, la pobreza monetaria en Cartagena aumentó en 2020 llegando al 48% de la población en condición de pobreza, acompañado del aumento en la pobreza extrema, con el 12% de los cartageneros que no reciben ingresos suficientes para suplir al menos su alimentación. En ese sentido, la inseguridad alimentaria en el Distrito se ha agudizado: los resultados de la encuesta virtual #MiVozMiCiudad muestran que, para noviembre de 2021, el 53% de los encuestados afirmó que algún miembro de su hogar había consumido menos de tres comidas al día por falta de alimentos.  

-Educación de calidad: Existen diversos retos dentro del sistema educativo básico en Cartagena, como la mejora en la eficiencia donde la tasa de cobertura neta sin extraedad no supera el 80%, la deserción escolar que se intensifica en preescolar, la repitencia, donde 2 de cada 10 estudiantes que reprueba el año no vuelve a estudiar el año siguiente y la calidad, donde el 80% de las instituciones educativas oficiales no superan los niveles más bajos de las pruebas Saber 11.   

-Salud: en los últimos años, Cartagena no ha mostrado avances en el control a indicadores como mortalidad materna, llegando a casi 53 caso por cada 100 mil nacidos vivos, y la mortalidad infantil, con cerca de 11 muertes en menores de un año por cada mil nacidos vivos.  

-Saneamiento básico: No hemos logrado la universalidad en la prestación de los servicios de agua potables y alcantarillado, siendo la zona rural de Cartagena, y sobre todo la zona insular, la que muestra mayores atrasos.  

-Vivienda: en la ciudad no se han adelantado acciones efectivas para atender la problemática de déficit habitacional. En 2020, más de 95 mil viviendas no contaban con las condiciones de habitabilidad y más de 34 mil presentan deficiencias estructurales y de espacio. 

-Empleo: El 54% de los empleos en Cartagena son de carácter informal, lo que evidencia que la calidad del empleo es el principal reto para atender en lo relacionado a la empleabilidad, esto se acompaña con que, en el mes de noviembre de 2021, 1 de cada 2 encuestados en #MiVozMiCiudad no estaba satisfecho con su situación laboral. 

-Sostenibilidad: en los últimos años Cartagena no hace seguimiento efectivo a las condiciones del ambiente en relación con la calidad, del aire, el ruido, el agua y el aprovechamiento de residuos. Así mismo, la movilidad del distrito y las condiciones de infraestructura, en resumen, la planeación y ordenamiento territorial de la ciudad, presentan atrasos históricos, con más de diez años sin POT actualizado. 

El trabajo colectivo siempre será la ruta para lograr avances significativos en la mejora de la calidad de vida en Cartagena y en eso las organizaciones sociales de la ciudad representan un actor clave, aportando en aquellos temas prioritarios de la mano de los tomadores de decisiones y la ciudadanía.  

Regreso a clases después de pandemia



Estamos en época regreso a clases, en esta ocasión con un mayor nivel de presencialidad que en cualquier otro punto de lo que va de pandemia. Las universidades, los colegios, las guarderías, entre otros establecimientos, ya comenzaron a ejecutar sus planes para los retos que implican el retorno seguro a clases.

En Colombia, todavía tenemos medidas vigentes como el distanciamiento físico, el uso del tapabocas, y la presentación del carné de vacunación contra la COVID-19. En ese sentido, no tenemos la libertad para desarrollar las actividades que se hacían antes de la pandemia, pero si más que cuando no había vacunas o mayor conocimiento sobre el virus. Por eso, es importante este momento para aprovechar el máximo el proceso de formación educativa teniendo en consideración lo bueno y lo malo que nos ha dejado toda esta coyuntura.

Para ponernos en contexto, las cifras de la Secretaría de Educación Distrital mostraron que, para agosto de 2021, había en la ciudad alrededor de 237.766 estudiantes matriculados, de los cuales el 22%, es decir, 51.410 estaban instituciones educativas privadas y, el restante 78%, en instituciones oficiales o públicas.

Es importante hacer esta distinción porque existen brechas importantes en la calidad educativa entre unos y otros estudiantes. Las pruebas saber 11 en 2020 mostraron que ninguna institución educativa oficial quedó en categoría A+. en cambio,  el 37% de las instituciones privadas sí.



La ciudad aún tiene retos importantes en materia de acceso al internet: de acuerdo con el Ministerio de las TIC, la penetración de internet en Cartagena es de apenas el 16%.

Este dato es importante porque durante la pandemia, la encuesta Virtual #MiVozMiCiudad preguntó por la satisfacción con la educación recibida por los estudiantes en los hogares de los encuestados, y alrededor de la mitad estaba insatisfecha. En febrero de 2021, el 50% de los encuestados insatisfechos con la educación, dijeron que la razón era que la educación durante la virtualidad no había sido de calidad y las siguientes razones tenían que ver con la falta de un equipo tecnológico o de conexión a internet.

Sin dudas, son muchos lo retos que ha dejado la pandemia en sector educativo. La calidad se ha visto afectada por disparidad en las condiciones de cada estudiante, pero, esta puede ser una oportunidad para que la administración y otros actores importantes pongan en marcha estrategias que mejoren el aprendizaje y se sigan brindando a los estudiantes las herramientas necesarias para su formación.

Ruta estratégica para dónde vamos

Cartagena Cómo Vamos se ha dedicado desde el año 15 a monitorear los cambios en la calidad de vida en la ciudad, haciendo análisis de indicadores tanto objetivos como de percepción. Debido a la crisis institucional que ha atravesado la ciudad, el programa ha optado no solo por medir, sino también realizar propuestas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los cartageneros.

A partir de lo anterior, se ha elaborado la “Ruta estratégica para dónde vamos”, cuyo objetivo es identificar y priorizar intervenciones para mejorar la calidad de vida y reducir desigualdades en Cartagena durante las próximas tres administraciones públicas del Distrito, a partir del análisis de problemáticas e indicadores, proponiendo acciones concretas con metas anualizadas e identificando sus costes y posibles fuentes de financiación.

La ruta estratégica “Para dónde vamos” se caracteriza por ser accionable y este documento se diseñó para ser  utilizado como herramienta a la hora de planificar el territorio en los 5 temas claves.

Este documento es una respuesta desde la ciudadanía, el sector privado y la academia, a la crisis política de la ciudad. En la ruta se han priorizado cinco temas claves: salud, educación, generación de ingresos y oportunidades, vivienda en alto riesgo no mitigable y saneamiento básico. Estos se han identificado como las prioridades ciudadanas de acuerdo a la Encuesta de Percepción Ciudadana y donde la ciudad presenta indicadores con rezagos históricos significativos.

Esta ruta estratégica es un esfuerzo por proponer metas alcanzables pero exigentes, que respondan a las necesidades más apremiantes de Cartagena.

Todos los indicadores planteados son accionables, y la mejora de estos generarán una reacción en cadena que apuntan a un mayor progreso social, puesto que son los mínimos de calidad de vida.

En educación se recomienda implementar el Plan Maestro de Educación: Cartagena 2019-2033, y de este se focalizan dos indicadores: aumentar la tasa de cobertura neta sin extraedad y aumentar el porcentaje de instituciones educativas oficiales en niveles A+, A y B.

En salud se priorizan tres indicadores: disminuir la tasa de mortalidad materna, la tasa de mortalidad infantil, y mejorar la infraestructura en salud.

En generación de ingresos y oportunidades se seleccionó la tasa de informalidad como indicador clave, y se plantean algunas estrategias encaminadas a fortalecer y formalizar el mercado laboral.

En el apartado de vivienda en riesgo no mitigable se hacen tres recomendaciones claves: elaborar un estudio de amenaza, vulnerabilidad y riesgo; realizar un censo de zonas vulnerables y reubicar en sitio 3.641 viviendas.

Por último, en saneamiento básico se focalizaron dos indicadores: aumentar la tasa de cobertura del servicio de acueducto y la tasa de cobertura del servicio de alcantarillado.

Últimas publicaciones

NUESTROS SOCIOS Y ALIADOS

Copyright © 2018 - 2025 All rights reserved | EL UNIVERSAL