Resultados del Índice de Progreso Social ciudades – 4ta edición
Este jueves 22 de noviembre, la Alianza de Progreso Social Colombia, integrada por Fundación Corona, Red de Ciudades Cómo Vamos, Deloitte, Avina y el Social Progress Imperative, en alianza con la Maestría en Planeación Urbana y Regional-MPUR de la Pontificia Universidad Javeriana, presentaron los resultados del “Índice de Progreso Social (IPS) Ciudades 2018” y la publicación “Ciudades y el progreso social”.
Acerca de la 4ta edición del Índice de Progreso Social (IPS) Ciudades
El Índice de Progreso Social (IPS) es el primer modelo de medición integral que permite hacer una valoración del bienestar de las personas en una sociedad, a partir de indicadores socio ambientales, de forma independiente y complementaria a las medidas económicas. Este Índice, creado por la organización Social Progress Imperative, es replicado para ciudades colombianas desde 2015 por la Alianza para el Progreso Social Colombia, de la cual hacen parte Fundación Corona, Fundación Avina, la Red De Ciudades Cómo Vamos, el Social Progress Imperative y Deloitte.
El IPS analiza el progreso social a través de 3 dimensiones: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos de Bienestar y Oportunidades. Este análisis se realiza agrupando indicadores en 12 componentes: Nutrición y salud, agua y saneamiento básico, vivienda, seguridad personal, acceso al conocimiento, acceso a información y comunicaciones, salud y bienestar, sostenibilidad ambiental, derechos personales, libertad personal y de elección, tolerancia e inclusión, acceso a educación superior.
En esta 4ta edición, el IPS Ciudades incluye mediciones para 13 ciudades capitales, todas miembros de la Red de Ciudades Cómo Vamos, a saber: Armenia, Quibdó, Santa Marta, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín y Pereira. En esta medición se realizó una revisión metodológica de los antiguos cálculos, recalibrando el modelo (distopías y utopías) y se elaboró un cálculo retroactivo con el nuevo modelo para el periodo entre 2014-2017.
Se analizaron un total de 45 indicadores, la mayoría de fuentes nacionales y locales, y otro tanto con datos provenientes de las encuestas de percepción ciudadana de los Cómo Vamos.
Manizales, Medellín, Bucaramanga y Bogotá lideran el progreso social de las ciudades colombianas
El Índice de Progreso Social Ciudades presentó un aumento entre 2014 y 2016, pero desciende levemente en 2017. Durante el periodo 2014- 2016, el promedio para las ciudades analizadas pasó de 56,3 en 2014 a 57,8 en 2016, mostrando cambios positivos en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, en 2017 el resultado promedio de las 13 ciudades fue de 57,2 puntos, rompiendo la tendencia positiva de progreso. Entre las ciudades analizadas, Manizales, Medellín y Bucaramanga reportan las mejores posiciones, intercambiando entre ellas las posiciones del 1 al 3, entre 2014 y 2017. En 2017, Manizales se mantuvo en el 1er lugar con el mejor puntaje equivalente a 65,8, seguida por Medellín, Bucaramanga y Bogotá. Por otro lado, Quibdó, con un IPS de 37,0, se ubica en la última posición de esta medición, seguida por Cali con 52,5 puntos.
Los resultados del IPS entre 2014 y 2017 se deben a las variaciones negativas en las dimensiones de Necesidades Humanas Básicas (NHB) y Fundamentos de Bienestar (FB), y a la variación positiva en la dimensión de Oportunidades (OP). Los componentes con mayor disminución en la dimensión de NHB durante el periodo 2014-2017 corresponden a “nutrición y asistencia médica básica” y “seguridad personal”, este último representa el componente con peor variación (-6,3) entre 2014 y 2017. En la dimensión de FB, igualmente con tendencia negativa, los resultados más bajos durante el periodo 2014-2017 fueron para “acceso a información y comunicaciones” y “sostenibilidad ambiental”, este último siendo el componente con el puntaje más bajo en el IPS en todos los años analizados. En contraste, la dimensión de Oportunidades aumentó su puntaje durante el periodo de 2014- 2017, lo cual se explica al aumento positivo en las variables del componente de “libertad y derechos personales” (11,9), el cual fue el de mayor mejoría entre 2014 y 2017.
La dimensión de Necesidades Humanas Básicas es la dimensión con mejor puntaje promedio en 2017, con 71,8 puntos. No obstante, en comparación con el resultado en 2016, se evidencia una disminución de 0,8 puntos. Las variables de “agua y saneamiento básico” (83.6) y “vivienda” (78), representan los componentes con mejores resultados de la dimensión y de todo el IPS. Las ciudades mejor calificadas en 2017 en esta dimensión son Manizales (81,96), Medellín (80,42) y Bogotá (80,62), las cuales distan en más de 45 puntos de la ciudad con menor calificación: Quibdó (33,85).
La dimensión de Oportunidades aparece como la 2da dimensión con mejor puntaje, con un promedio de 54,56 puntos entre las ciudades analizadas y una leve mejoría con respecto a 2016. Los buenos resultados de la dimensión se deben al puntaje en “derechos personales” (57,2) y en “libertad personal y de elección” (59,55), variable que tuvo un aumento de 4 puntos entre 2016 y 2017, la más alta del IPS. La ciudad más destacada dentro de la dimensión es Manizales (64,7), siendo líder en las variables de “libertad personal y de elección” y “tolerancia e inclusión”. En contraste, Cali (43,71) presentó los resultados más bajos de la dimensión, especialmente en “tolerancia e inclusión, y “acceso a la educación superior”.
Por último, la dimensión de Fundamentos de Bienestar obtuvo el menor puntaje promedio del 2017, con un resultado de 45,2 puntos entre las ciudades analizadas y con un progreso negativo comparada a 2016. El bajo valor de la dimensión se explica debido a los resultados desfavorables en el componente de “sostenibilidad ambiental” (27,5), el cual resulta el más bajo de todo el IPS. De las variables que componen la dimensión, la única que presenta una variación positiva es la de “acceso a conocimientos básicos”. Las ciudades con los mejores resultados en esta dimensión son Bucaramanga, Manizales, Bogotá y Medellín, todas con puntajes por encima de 50 puntos.
Progreso Social en Cartagena
En esta medición 2018, que corresponde a la 4ta edición del IPS Ciudades para 13 ciudades capitales del país, se realizó una revisión metodológica de los antiguos cálculos, recalibrando el modelo (distopías y utopías) y se elaboró un cálculo retroactivo con el nuevo modelo para el periodo 2014-2017. Como resultado, Cartagena ocupó la novena posición con 57 puntos, superando a Armenia, Cúcuta, Cali y Quibdó; mientras Manizales, Medellín y Bucaramanga ocupan los primeros lugares.
Resultados para Cartagena por dimensiones del IPS
El mejor desempeño de la ciudad se evidencia en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas, donde obtuvo 76 puntos sobre 100, alcanzando la quinta posición, con 6 puntos de diferencia de Manizales, quien ocupó el primer lugar.
Resulta llamativo que Cartagena ocupa la mejor posición en el componente de seguridad personal, debido a que Cartagena tiene una victimización media-baja en relación con las demás ciudades y una baja tasa de denuncia, lo que probablemente puede explicar que no haya muchos reportes de hurto en la ciudad, mostrando la más baja tasa de hurtos a personas, 196 por cada 100 mil habitantes, una diferencia marcada con respecto a Cúcuta, la segunda con la tasa más baja, donde se evidencian 343 hurtos por cada 100 mil hab.
Además, muestra una tasa intermedia de homicidios con 26 muertes por 100 mil hab., en relación con Bogotá, que muestra la tasa más baja (14,23) y Quibdó, que muestra la más alta (85,3). Por último, Cartagena muestra una baja tasa de mortalidad por accidentes de tránsito, con 8 por cada 100 mil hab., aproximadamente 21 muertes menos que en Armenia, donde se dan 28,69 muertes por cada 100 mil hab.
En Fundamentos del Bienestar, la ciudad ocupó el noveno lugar. Si bien no es la dimensión donde ocupa la más baja posición, sí es donde obtiene la puntuación más baja, con solo 43 puntos de 100 posibles.
Cartagena obtiene la mejor posición relativa en el componente de Salud y Bienestar, principalmente por presentar el menor número de muertes por enfermedades no contagiosas, en relación al resto de ciudades, con una tasa de 77,9 x cada 100 mil hab, mientras ciudades como Bogotá presenta 81,79 muertes y Armenia 146,54. Además, Cartagena muestra niveles medio-bajos en la tasa bajas en mortalidad por suicidios con 4,88 por cada 100 mil hab., mientras Manizales, por ejemplo, tiene una tasa de 9,90.
Fue en la dimensión de Oportunidades donde Cartagena mostró la más baja posición relativa con el resto de ciudades, ocupando el decimoprimer lugar, con un total de 51 puntos.
Esto se debe principalmente a los resultados de la ciudad en el componente de Tolerancia e Inclusión, presentando bajo nivel de tolerancia hacia la población LGTB, solo el 18% de los habitantes cree que los cartageneros se comportan bien con esta población; así mismo se evalúa mal con respecto la tolerancia hacia los desmovilizados con solo el 22% de buen comportamiento, mientras en Manizales se llega al 46% y 35%, respectivamente.
Cultura y fiestas de la independencia
Con motivo de la proximidad de las Fiestas de Independencia en Cartagena, desde Cartagena Cómo Vamos hemos querido hacer un compendio de datos de la percepción que tienen los ciudadanos, sobre los diferentes temas relacionados con la cultura y las festividades novembrinas.
La Encuesta de Percepción Ciudadana 2017 mostró que la satisfacción con la oferta cultural disponible en la ciudad fue del 54%, es decir, un aumento significativo en relación a 2015 que estaba en 41%.
Históricamente, la actividad cultural en que más participan los cartageneros son las fiestas de noviembre, que además ha ido incrementando a partir de 2015, pasando de participar el 16% de los habitantes de la ciudad, al 30% en 2017.
Aquí hay que destacar que los grupos culturales son esenciales para la conservación de los valores y tradiciones históricas de la ciudad, y permiten a las personas explorar su identidad cultural. La encuesta de percepción arrojó que en 2017, el 10% de la población participó en grupos, clubes o asociaciones culturales, un aumento de 2 puntos porcentuales si se compara con 2016.
Por otro lado, muchos de los eventos y festividades se llevan a cabo en el espacio público o zonas residenciales, por lo que es importante tener en cuenta el comportamiento de la ciudadanía durante las celebraciones. En 2017, el 64% de los encuestados consideró que los cartageneros tuvieron muy mal comportamiento en relación al cuidado y respeto de los espacios y bienes públicos.
Adicionalmente, solo el 37% de los encuestados considera que los cartageneros respetan a sus vecinos.
Por lo anterior, el llamado durante las Fiestas de Independencia es a que nos comportemos de manera respetuosa y solidaria, haciendo uso adecuado de los espacios públicos, sin afectar el bienestar de los demás.
Cuando se le preguntó a los cartageneros cuáles aspectos debían tener más atención por parte de la Administración de la ciudad, solo el 1% consideró a la cultura como el de mayor prioridad. Esto está relacionado con la creciente insatisfacción de los ciudadanos con otras necesidades básicas en materia de calidad de vida, que han llevado a la población exigir mayor urgencia, atención a temas como salud, empleo y educación, dejando un poco de lado el aspecto cultural.
Justamente por esto y reconociendo el valor de las tradiciones de nuestras festividades de independencia, hoy nuestro #BuenaEsa es para el Comité por la Revitalización de las Fiestas de Independencia de Cartagena, una organización de la sociedad civil que trabaja por la salvaguardia de las fiestas y que busca que éstas sean reconocidas como patrimonio de la nación.
Este comité está integrado por distintas entidades, agrupaciones folclóricas y gestores culturales y ha contado con la participación de investigadores independientes, y universidades.
Ingresa aquí para conocer más sobre el Comité de Revitalización de las Fiestas de Independencia.
#BuenaEsa El Parche Cultural
Directora y fundadora: Jennifer Ballestas Avilez
La Encuesta de Percepción Ciudadana 2017 mostró que solo el 11% de los cartageneros dijo haber visitado museos, el 6% afirmó haber ido a teatros, el 3% participó en tertulias, el 22% aseguró que no había realizado ninguna actividad cultural el año pasado y el 1% dijo que la cultura debería ser una prioridad para la Alcaldía de Cartagena.
Históricamente, la actividad cultural en la que más participan los cartageneros son las Fiestas de Independencia, que, aunque ha mostrado un incremento, continúa con un porcentaje bajo. En 2015 se registró un 16% de participación que pasó al 30% en 2017. En una proporción similar los ciudadanos afirmaron leer revistas y periódicos así como ir a cine.
A pesar de estos bajos porcentajes de participación, la satisfacción con la oferta cultural disponible en la ciudad es relativamente alta. En 2017 fue del 54%, evidenciando un aumento significativo en relación a 2015 cuando estaba en 41%.
El Parche Cultural nace en 2016 como un proyecto de aula universitario, con el objetivo de democratizar la información de los eventos culturales de la ciudad, facilitando que más cartageneros conozcan las últimas noticias sobre literatura, arte, música, eventos culturales alternativos, exposiciones, conferencias y los nuevos talentos locales de la ciudad.
Para Jennifer Ballestas su fundadora, esta iniciativa es un lugar de encuentro donde todos pueden armar su parche, no solo para agendarse con los eventos culturales, sino que también es una plataforma para que artistas locales y jóvenes cartageneros puedan mostrar lo que están haciendo. El principal enfoque de El parche Cultural es la gente.
Recientemente este proyecto cumplió dos años y para celebrar realizó el conversatorio: Emprendimientos culturales ¿Qué están haciendo los jóvenes en Cartagena? Un espacio que permitió intercambiar experiencias con otras iniciativas que trabajan por la ciudad.
El Parche Cultural es una ventana a la riqueza de la cultura del Corralito de Piedra, con información, historias y contenidos que no se encuentran en la agenda de los medios tradicionales de Cartagena. Para Ballestas, es importante que los ciudadanos conozcan la oferta de la ciudad. “Muchas personas piensan que el centro no es un lugar para nosotros como cartageneros, sin embargo, si existen espacios, el problema es que no se están comunicando”, agrega Jennifer.
1. Consolidar la agenda cultural alternativa de Cartagena
2. Mostrar y promover la cultura de la ciudad, a través de las historias de personajes cartageneros.
3. A largo plazo, trabajar para desarraigar el discurso de exclusión de las dos ciudades.
Hace pocos meses El parche Cultural fue constituido como una fundación, con el objetivo de que a largo plazo puedan llevar El Parche Cultural Móvil a las diferentes zonas de la ciudad, con talleres para niños, reactivando las casas culturales en los barrios y creando espacios de interacción con las comunidades.
Para el mes de noviembre El parche Cultural traerá una serie de reportajes en video sobre el rescate de la tradición de las Fiestas de la Independencia, además, estará trabajando de la mano con el Comité de Revitalización de las Fiesta para mostrar lo mejor del patrimonio cartagenero.
Por otra parte, el pasado 28 de octubre el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) le entregó un reconocimiento especial a El parche Cultural por su contribución a informar y promover los eventos culturales de Cartagena en la Fiesta de Periodistas, Actores Festivos.
Para conocer la agenda de noviembre y estar actualizado sobre los últimos eventos en Cartagena ingresa a: elparchecultural.com o sigue sus redes sociales.
Si quieres ser parte de sus colaboradores, puedes escribirles a: jenniferballestas@elparchecultural.com
04/11/2018
#BuenaEsa Lo Doy Porque Quiero
Coordinador: Gustavo Sands
En 2017, el 10% de los cartageneros dijeron haber participado en grupos, clubes o asociaciones culturales, un aumento de 2 puntos porcentuales si se compara con 2016, de acuerdo a la Encuesta de Percepción Ciudadana de Cartagena Cómo Vamos. Adicionalmente, solo el 4% de los encuestados hizo parte de algún grupos cívico o colectivos ciudadanos. A pesar de este leve crecimiento, Cartagena evidencia una necesidad de aumentar el nivel de participación, así como promover espacios de encuentro y diálogo.
Lo Doy Porque Quiero es una iniciativa que nace en Medellín, creada por el físico Andrés Smith hace 7 años. Llega a Cartagena en agosto del 2017 traída por Gustavo Sands, quien identificó esta necesidad de abrir espacios de integración y diálogo alrededor de temas de ciudad, para compartir reflexiones y experiencias de diferentes áreas del conocimiento. En Cartagena se han logrado hacer más de 70 charlas y más de 1.200 personas han participado de estos encuentros.
El fin principal de esta iniciativa es compartir. Este espacio permite que las personas accedan a información que usualmente no tienen a la mano, además, promueve el debate abierto y respetuoso, igualmente buscan recuperar espacios perdidos en la ciudad, entre esos algunos lugares del Centro de Cartagena.
Los invitados y los temas que se comparten en Lo Doy Porque son muy variados, para mencionar algunos, se han presentado profesionales de la salud, gestores culturales, poetas, trabajadoras sociales, artistas y activistas. Se han tratado temas sobre sostenibilidad, seguridad ciudadana, industrias creativas, economía naranja, libros, música, planificación familiar, entre otros. Para Gustavo Sand, coordinador, este espacio ha permitido la creación de nuevas iniciativas y ha posibilitado el trabajo colectivo por la ciudad.
Todos los miércoles de noviembre, a partir de las 8:00 de la noche, en Selina Cartagena, Lo Doy Porque Quiero le da la palabra a las mujeres. El 7 de noviembre Yamile Roncancio será la encargada de llevar el tema: Un testimonio de vida para entender qué puede pasarnos solo por ser mujer. Para este mismo mes, otras mujeres presentarán temas como: Cuando las medidas son inexactas, emprendimiento desde lo social, nutrición física y espiritual, formas y dimensiones de la mujer en la sociedad.
Por otra parte, Lo Doy Porque Quiero, en alianza con otras iniciativas invitan a participar en Soco Zorongo, un grupo de jóvenes que busca devolverle la confianza al Mercado Bazurto, darle movimiento a la economía local, recuperar el contacto con la cultura, la música y la gastronomía cartagenera. El próximo encuentro será el 9 de noviembre.
Si quieres participar en los encuentros o deseas compartir tus conocimientos y experiencias, comunícate con Lo Doy Porque Quiero al correo electrónico: lodoyporquequieroctg@gmail.com o en sus redes sociales.
Embarazo adolescente en Cartagena
Para la Organización Mundial de la Salud, se considera embarazo adolescente a aquellos embarazos en niñas y jóvenes que tienen entre 10 y 19 años.
En Cartagena, el comportamiento de los embarazos adolescentes no ha variado de manera significativa en la última década, manteniéndose en una proporción considerablemente alta. En 2007 estos embarazos representaron el 21% del total de partos en la ciudad y para 2017, cuando se alcanzó el punto mínimo, esta tasa se encontraba en el 19,2%, una disminución de menos de dos puntos porcentuales en 10 años que demuestra que Cartagena no ha realizado acciones efectivas para reducir el número de jóvenes que salen embarazadas a temprana edad.
De hecho, en 2017 se reportaron en total 3.541 casos de embarazos en niñas y jóvenes entre 10 y 19 años.
El embarazo adolescente es uno de los factores del círculo de la pobreza, causante además de deserción escolar de las niñas y jóvenes y limitante de libertades a la hora de definir un proyecto de vida.
Revisando el número de embarazos por barrios en Cartagena, se observa una relación inversa entre el nivel socioeconómicos con el número de embarazos, esto quiere decir que en los barrios de estrato socio económico 1 y 2, hay una mayor cantidad de adolescentes embarazadas que en los estratos 5 y 6.
En la ciudad, 7 de los barrios con mayor número de embarazos en adolescentes entre los 15-19 años pertenecen a la localidad De la Virgen y Turística, donde se ubica el cordón de pobreza extrema de Cartagena, y otros 3 barrios con alto número de embarazo adolescente están en la Industrial y de la Bahía. Estamos hablando de Olaya Herrera, El Pozón, Nelson Mandela, San José de los Campanos, La María, San Fernando, La Esperanza, Boston, Villas de Aranjuez y la Candelaria.
Para hacerle frente a este reto de ciudad se hace necesario fortalecer la educación en derechos sexuales y reproductivos, así como focalizar la inversión en los barrios con mayor población en edad adolescente, campañas preventivas de jóvenes a jóvenes, campañas educativas para la familia de los adolescentes y finalmente crear conciencia en la población más joven sobre la importancia de la planificación familiar desde el inicio de la vida sexual.
Nuestro #BuenaEsa de esta semana es para la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para romper los ciclos de pobreza de madres adolescentes de Cartagena, por medio de la atención integral en salud, cuidado psicológico, formación académica e inserción de las jóvenes en el mercado laboral.
Publicado 14-10-2018
Educación superior en Cartagena
Para el 2017, Cartagena contaba con más de 115 mil estudiantes matriculados en Instituciones de Educación Superior.
Cuando la Red de Ciudades Cómo Vamos presentó el último Índice de Ciudades Universitarias en 2016, Cartagena ocupó el último lugar entre 9 ciudades. Es decir, Cartagena es la ciudad que menor condiciones ofrece a las personas que deciden estudiar una carrera técnica, tecnológica o universitaria, principalmente por sus altos costos de vida. En este índice además se medían componentes como la calidad de las universidades, el ambiente universitario y la empleabilidad de los egresados.
El primer lugar lo ocupó la ciudad de Manizales, con un índice de 63 puntos sobre 100, muy por encima al de Cartagena que fue de tan solo 33 puntos, dato que demuestra los grandes retos que tenemos en materia de Educación Superior.
En Cartagena son 13 las Instituciones de Educación Superior que ofertan programas universitarios, técnicos y tecnológicos. Cabe destacar que únicamente cuatro de ellas son públicas, pero el principal destino de los jóvenes que se encuentran entre los estratos 1 al 3 es la Universidad de Cartagena, por ser la que menores costos representa.
La Universidad de Cartagena acoge alrededor del 31% del total de matriculados en educación superior de la ciudad, y lidera en la región Caribe junto a la Universidad del Norte en cuanto a indicadores de investigación según el ranking U-Sapiens publicado para el primer
semestre de 2018.
En 2017, cerca de 26 mil estudiantes se inscribieron a la Universidad de Cartagena, pero solo fueron admitidos 5.997 que equivalen al 23%; de estos finalmente se matricularon 5.319.
El día de ayer más de 11 mil jóvenes presentaron el examen de admisión en la UDC, aspirando por un cupo para esta institución, y dada las condiciones actuales, se estima que se queden por fuera más de 8 mil de los aspirantes.
Esto quiere decir que la actual oferta es insuficiente para la demanda de jóvenes que quieren ingresar a la universidad, principalmente los que viven en estratos bajos con mayores dificultades para pagar una educación privada.
La educación superior cumple con un rol fundamental en la generación de una movilización social, puesto que ofrece mayores posibilidades de acceder a trabajos formales que mejoren las condiciones de vida de las personas. Así mismo las universidades son las llamadas a investigar y generar innovación.
Las universidades públicas del país presentan un desajuste financiero que vienen acumulando desde hace ya algunos años, en parte porque sus gastos de funcionamiento crecen por encima del presupuesto asignado por el gobierno nacional.
Precisamente a raíz de esta situación, miles de estudiantes, docentes y directivos de universidades públicas y privadas, salieron ayer a las calles de las principales ciudades de Colombia, solicitando más recursos que permitan mejorar la infraestructura actual, la capacidad instalada de docentes y aumentar la cobertura de la educación pública, ya que miles de jóvenes se quedan año a año sin la oportunidad de acceder a la educación superior por falta de cupos.
Cambiar esta situación requiere de esfuerzos del orden nacional pero también local. Las ciudades tienen el deber de garantizar mejores condiciones de calidad de vida para los universitarios y apoyar la educación superior como complemento de la educación media, que por ley ofrecen.
Publicado 19-10-2018